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Los medios de comunicación bombardean con imágenes e información insensata, en muchos casos de una violencia excesiva. La violencia entra en sus vidas con una permisividad excesiva por parte de los padres, que simplemente la acceptan sin más, y en algunos casos incluso la solicitan para ellos.
La educación en medios, en un ámbito tan descontrolado es esencial. Los profesores, con el cambio de la familia tradicional a la contemporánea, tenemos una gran responsabilidad. Somos nosotros los profesores los que tenemos que desarrollar en los alumnos un sentido crítico ante los contenidos de los medios de comunicación.
Por otro lado los profesores debemos de fomentar este mismo espíritu crítico en los padres. Puesto que éstos deben implicarse en la educación en los medios. Este problema ocurre porque es en casa donde los niños pueden adquirir todo lo que quieren por medio de unos padres que no desean oir quejas de sus hijos cuando vuelven a casa del trabajo.
En definitiva, tanto los padres como los profesores debemos de enseñar a los jóvenes en distinguir los buenos contenidos de los malos, y sobre todo lo real de lo ficticio.
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